Españoles en la Gesta de Malvinas
Sebastián Sánchez
La Guerra de 1982 puede ser la piedra basal para reunir Hispanoamérica
[La Prensa / Centro Pieper] A cuarenta años de la Gesta, la progresía vernácula –de izquierda o derecha, pero siempre atenta a mellar glorias y denostar héroes– ha redoblado esfuerzos por hallar nuevos tópicos desmalvinizadores. Así, nos ha crecido una “perspectiva de género” de la guerra –para la cual se usufructuó aviesamente el recuerdo de las cinco valientes mujeres que participaron en ella– y se pretendió imponer el espectro de nuevos monstruos, retoñados en el caletre de algún logista con pasantía ad honorem en el Foreign Office. Entretanto, la “política” teatralizó un mohín compungido, agradeció a los veteranos “por habernos traído la democracia”, y siguió con su entusiasta y proverbial tarea: convertir todo lo que toca en lodo.
Sin embargo, este significativo aniversario ha demostrado que, pese a todo, Malvinas es causa nacional. La comunidad argentina conmemora hoy la Gesta con renovado interés, respeto, admiración y no poco sentido de lo patrio, lo cual –tras cuatro décadas de desmalvinización campante y rampante– no es poco. De hecho, quizás sea el primer aniversario conmemorado con tanto empeño por los argentinos de bien que, a Dios gracias, abundan por doquier.
Pero aún queda mucho por conocer acerca de la guerra, no poco por investigar y por consultar a los veteranos que caminan entre nosotros, bien dispuestos a transmitir la forma de la guerra que libraron por la patria. Entre tantas cosas superficialmente vistas se encuentra la participación de España en la Gesta.