viernes, 29 de mayo de 2009

Reforma Protestante y Pensamiento - P. Sebastián Vivas

Reforma Protestante y Pensamiento
P. Sebastián Vivas


Estimados:

Los invitamos a participar del próximo Café Filosófico, a realizarse el sábado 6 de Junio a partir de las 10 de la mañana en el Multiespacio Cultural EL CAMINO, sito en Av. Luro 4344 – 1º Piso, de nuestra ciudad de Mar del Plata.

El tema que convoca en esta oportunidad es “Reforma protestante y pensamiento”, a cargo del P. Sebastián Vivas, en el marco del Curso sobre Historia del Pensamiento Moderno que dicta el Centro Pieper este año, bajo el lema: “Pasión por la verdad”.

Los interesados pueden inscribirse directamente en el Multiespacio Cultural EL CAMINO, unos minutos antes del inicio del Café Filosófico, donde además se brindarán detalles del programa de todo el año.

Para mayor información, pueden llamar por teléfono al (0223) 495-0465 ó (0223) 154-36-3298.

Decreto sobre el Pecado Original - Concilio de Trento

Decreto sobre el Pecado Original
Concilio de Trento
(1545-1563)


Material de Lectura Complementaria para la Tercera Clase Magistral del Curso sobre Historia del Pensamiento Moderno.


El Pecado Original
Sesión V

Para que nuestra santa fe católica, sin la cual es imposible agradar a Dios, purgada de todo error, se conserve entera y pura en su sinceridad, y para que no fluctúe el pueblo cristiano a todos vientos de nuevas doctrinas; constando que la antigua serpiente, enemigo perpetuo del humano linaje, entre muchísimos males que en nuestros días perturban a la Iglesia de Dios, aun ha suscitado no sólo nuevas herejías, sino también las antiguas sobre el pecado original, y su remedio; el sacrosanto, ecuménico y general Concilio de Trento, congregado legítimamente en el Espíritu Santo, y presidido de los mismos tres Legados de la Sede Apostólica, resuelto ya a emprender la reducción de los que van errados y a confirmar los que titubean; siguiendo los testimonios de la sagrada Escritura, de los santos Padres y de los concilios mas bien recibidos, y el dictamen y consentimiento de la misma Iglesia, establece, confiesa y declara estos dogmas acerca del pecado original.

I. Si alguno no confiesa que Adan, el primer hombre, cuando quebrantó el precepto de Dios en el paraíso, perdió inmediatamente la santidad y justicia en que fue constituido, e incurrió por la culpa de su prevaricación en la ira e indignación de Dios, y consiguientemente en la muerte con que Dios le habla antes amenazado, y con la muerte en el cautiverio bajo el poder del mismo que después tuvo el imperio de la muerte, es a saber del demonio, y no confiesa que todo Adán pasó por el pecado de su prevaricación a peor estado en el cuerpo y en el alma; sea excomulgado.

II. Si alguno afirma que el pecado de Adán le dañó a él solo, y no a su descendencia; y que la santidad que recibió de Dios, y la justicia que perdió, la perdió para sí solo, y no también para nosotros; o que inficionado él mismo con la culpa de su inobediencia, solo traspasó la muerte y penas corporales a todo el género humano, pero no el pecado, que es la muerte del alma; sea excomulgado: pues contradice al Apóstol que afirma: Por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte; y de este modo pasó la muerte a todos los hombres por aquel en quien todos pecaron.

Vida de Martín Lutero y Principales Acontecimientos de la Reforma en Alemania - Joseph Lortz

Vida de Martín Lutero y Principales Acontecimientos de la Reforma en Alemania
Joseph Lortz


Material de Lectura para la Tercera Clase Magistral del Curso sobre Historia del Pensamiento Moderno.


Desde el nacimiento hasta su viaje a Roma

Martín Lutero nació en Eisleben en 1483, de una familia de pequeños campesinos, pero con afanes de progreso. No tuvo de niño una religiosidad especial; como sus contemporáneos, creció en un ambiente fuertemente influido por la fe en las brujas y en el demonio. Su infancia y años escolares fueron duros, mas no excesivamente.

Fue a la escuela en Mansfeld (de 1489 a 1495), donde aprendió a leer y escribir, así como canto y latín; los textos para el ejercicio de lectura eran de carácter religioso. De 1496 a 1497 fue alumno de los Hermanos de la Vida Común en Magdeburgo. De 1498 a 1501 estuvo en Eisenach. En conjunto, es muy probable que adquiriera una idea bastante moralista y cosificada del cristianismo.

De 1501 a 1505 estudió en la facultad «filosófica» (facultad de artes) de la Universidad de Erfurt. Rígida vida de internado. Lecciones minuciosamente prescritas, repeticiones diarias, debates semanales. El sistema oficial de filosofía era la «via moderna», según la doctrina de Ockham, esto es, el nominalismo (expresamente la Escolástica tardía, y sólo ella) [1]. Se hacía fortísimo hincapié en la fuerza de la voluntad humana. La gracia pasaba a segundo plano, propiamente resultaba superflua. La voluntad divina se acentuaba hasta convertirla en arbitrariedad, y lo mismo se hacía con la severa justicia de Dios. Fue muy importante el modo de pensar atomizado y a-sacramental que ya entonces arraigó en Lutero, antes de que comenzase sus estudios teológicos. Y junto a todo ello, pacíficamente, el humanismo. Lutero, más tarde, censuró acremente el método escolástico [2]; pero, en realidad, durante estos años lo asimiló en buena medida. La alta Escolástica (que sitúa a la gracia en el centro) nunca fue realmente conocida por Lutero.

martes, 26 de mayo de 2009

Sobre las Disciplinas - Juan Luis Vives

Sobre las Disciplinas
Juan Luis Vives

(1492-1540)

Material de Lectura Complementaria para la Segunda Clase Magistral del Curso sobre Historia del Pensamiento Moderno.


Prefacio a los Libros de las Disciplinas

Mientras andaba yo sumido en mi propio pensamiento de que no hay en la vida cosa más bella ni más excelente que el cultivo de los ingenios, cultivo formado por el conjunto de aquellas disciplinas que nos separan de la manera de vida de las fieras salvajes y nos restituyen a nuestra condición de hombres y nos elevan a Dios mismo, parecióme que debía consignar por escrito todas cuantas luces se me alcanzaran acerca de ellas. Yo creo, si no me engaño, que no ha sido por otra razón sino porque lo hicieron ya muchos de nuestros mayores. Y parecióme desde el primer momento que debía hacerlo con tal claridad y lucidez, que pudiera fácilmente ser entendido y retenido lo que fuere diciendo. Y en segundo lugar me pareció que ese tratado debía tener congruencia con la naturaleza de las cosas a tratar, hasta donde me fuera posible, porque el ingenio que ha ellas se aplicara, a medida que lo estudiaba y adelantaba en su conocimiento, hallase algún sabor y complacencia y de ahí resultase un mayor fruto en quien se consagre a aprenderlas. Procuré darles un carácter práctico, porque los ingenios sintieran aliciente por esos estudios ennoblecedores. Añadíles algunas lumbres y primores de buen decir, porque no era conveniente que materia tan bella anduviera vestida de ropas andrajosas, como también que los buscadores de literarias elegancias no se detuvieran perpetuamente en aquilatar voces y lenguas. Esto es lo que acontece regularmente, por hastío de la hórrida e infructuosa molestia que tenían que tragar larguísimo tiempo en el estudio de esas artes. Por este camino se llegará pronto a sacar provecho de las lenguas doctas que preparamos con tanta diligencia, porque contienen las disciplinas y porque tienen idoneidad de contenerlas.

Igualmente me esforcé por limpiar las artes de los posibles resabios de impiedad y traspasarlas de las tinieblas del gentilismo a las claridades indeficientes de nuestra santa religión, con el intento de demostrar que aquello que en la antigüedad engañó a los viejos escritores no fue por vicio del ingenio humano, como algunos piensan, sino por deficiencia suya personal. A este fin aduje razones idas a buscar en la Naturaleza, no en los oráculos divinos de la Sagrada Escritura, por no pasar con un salto imprudente de la filosofía a la teología. Si hasta cierto punto consiguiere mi propósito, no será ciertamente el fruto de este trabajo mío. ¿Qué utilidad mayor puede excogitarse que la de transferir a la ciega humanidad de las tinieblas a la contemplación de la luz, que tanto importa a todos, que sin ella fuéramos los más miserables de los hombres por toda una eternidad?. Y si por acaso algunos sospechaban verla mal, la puedan ver más llana y abiertamente y de tal manera que se persuadan que la ven lo más clara que pueda verse. Igualmente procuré evitar que ya desde las primeras letras, imbuidos en errores gentílicos, más tarde contaminemos con ellos nuestra santa religión; antes al contrario, ya desde los comienzos, luego al punto nos avecemos a las rectas y sanas persuasiones que poco a poco, y con el tiempo, vayan creciendo a medida que nosotros crezcamos.

Mas como haya quedado bien asentada la autoridad de los antiguos preceptistas en la enseñanza de las artes, y porque con ella no quedase perjudicado yo, el preceptor, ni con ella dañados los estudiosos que de buena gana y fácilmente se confían a la dirección de un caudillo acreditado, no tuve más remedio que particularizar los puntos donde yo creí que ellos habían caído en yerro. Con esta precaución pensé que más razonada y cómodamente podía tratar de las artes.

Sobre el Amor - Marsilio Ficino

Sobre el Amor
Marsilio Ficino
(1433-1499)


Material de Lectura Complementaria para la Segunda Clase Magistral del Curso sobre Historia del Pensamiento Moderno.


DISCURSO II
CAPÍTULO III


Cómo la belleza es esplendor de la bondad divina y cómo Dios es centro de cuatro círculos


Y no sin un propósito los antiguos teólogos colocaron la bondad en el centro; y en el círculo la belleza. Digo por cierto la bondad en un centro; y en cuatro círculos la belleza. El único centro de todas las cosas es Dios. Los cuatro círculos que en torno a Dios giran continuamente son la mente, el alma, la naturaleza y la materia. La mente angélica es un círculo estable; el alma, móvil por sí misma. La naturaleza se mueve en otros, pero no por otros; la materia no sólo en otros, sino también por otros es movida.

Mas ahora declararemos por qué a Dios nosotros lo llamamos centro, y por qué círculos a los otros cuatro. El centro es un punto del círculo, estable e indivisible; en donde muchas líneas divisibles y móviles van a su circunferencia en forma semejante. Esta circunferencia, que es divisible, no gira de otra manera en torno al centro, sino como un cuerpo redondo sobre un eje. Y es tal la naturaleza del centro que, aunque sea uno, indivisible y estable, sin embargo se encuentra en cada parte de muchas, más bien, de todas las líneas móviles y divisibles: puesto que en cada parte de cada línea está el punto.

Pero, como ninguna cosa puede ser tocada sino por su semejante, las líneas que van de la circunferencia hacia el centro no pueden tocar ese punto, sino con uno solo de sus puntos igualmente simple, único e inmóvil. ¿Quién negará que sea justo llamar a Dios el centro de todas las cosas? Considerando que es en todas las cosas del todo único, simple e inmóvil; y que todas las cosas que son producidas por él son múltiples, compuestas y de algún modo móviles; y como ellas salen de él, así también a semejanza de líneas o de circunferencias a él retoman. De tal modo la mente, el alma, la naturaleza y la materia, que de Dios proceden, se esfuerzan por igual de retornar hacia él; y desde todas partes con todo esmero lo circundan.

martes, 12 de mayo de 2009

Humanismo y Renacimiento - Claudio Mayeregger


Humanismo y Renacimiento
Claudio Mayeregger


Estimados:
Los invitamos a participar del próximo Café Filosófico, a realizarse el sábado 16 de Mayo a partir de las 10 de la mañana en el Multiespacio Cultural EL CAMINO, sito en Av. Luro 4344 – 1º Piso, de nuestra ciudad de Mar del Plata.

El tema que convoca en esta oportunidad es “Humanismo y Renacimiento”, a cargo del Prof. Claudio Mayeregger, en el marco del Curso sobre Historia del Pensamiento Moderno que dicta el Centro Pieper este año, bajo el lema: “Pasión por la verdad”.

Los interesados pueden inscribirse directamente en el Multiespacio Cultural EL CAMINO, unos minutos antes del inicio del Café Filosófico, donde además se brindarán detalles del programa de todo el año.

Para mayor información, pueden llamar por teléfono al (0223) 495-0465 ó (0223) 154-36-3298.