martes, 2 de noviembre de 2010

Santo Tomás: ¿Aristotélico? - Josef Pieper

Santo Tomás: ¿Aristotélico?
Josef Pieper


Cuando se califica a Tomas de "aristotélico" no se ha dicho demasiado, sencillamente no se ha dado con lo decisivo. Esta es la causa de la insuficiencia de los primeros esfuerzos modernos, hace unos setenta años, por descubrir a Santo Tomás; es cierto que entonces se estableció una imagen de Santo Tomás que luego ha seguido influyendo en las escuelas por largo tiempo, hasta hoy. Una de las primeras exposiciones sistemáticas completas del pensamiento filosófico fundamental de Santo Tomás, y que hasta ahora se utiliza como manual, lleva el título de Elementa philosophie aristotelico-thomisticae, publicado en alemán como Die aristotelisch-tomistische Philosophie» (La Filosofia aristotélico-tomista) [1].

Mas allá de lo meramente histórico, ¡cómo es posible que sigamos seriamente considerando, después de 700 años, que Santo Tomas fue el "fundador del aristotelismo cristiano de la Edad Media"! [2]. En todo caso no puede ser esto por lo que Tomás es Doctor communis de la Cristiandad.

Históricamente considerado es también una equivocación acerca de lo que realmente sucedió ver esta dirección del joven Tomás hacia Aristóteles. Como si simplemente se tratara de la puesta en marcha de un "aristotelismo" y como si Tomás se hubiese hecho "aristotélico". Esta idea ha bloqueado [3] precisamente una comprensión real de Tomás durante decenios, hasta que, en los últimos años, se ha señalado muy enérgicamente que también Platón, San Agustín y el neo-platónico Dionisio Areopagita tienen una presencia muy activa en la obra de Santo Tomás, y precisamente no solo una presencia inconsciente para el propio Santo Tomás. Tomás defiende muchas veces a Platón contra Aristóteles, quien en su polémica no considera a menudo lo que propiamente quería decir Platón, la veritas occulta [4], sino sólo las palabras externas, el sonus verborum» [5]. La doctrina de las ideas, la concepción de la Creación según las razones germinales [6] vivientes en el Logos divino, esto que es nuclearmente platónico, nunca lo desecho Tomás. Y se han contado más de 1.700 citas de Dionisio Areopagita en la obra de Santo Tomás.

Esto es asombroso sólo para una forma de pensar según la cual la historia del pensamiento tiene lugar mediante una sucesión de ismos [...].




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Notas:

[1] Se refiere al manual de Joseph Gredt; la primera edición latina apareció en 1899/1901, la alemana en 1935 (ambas en Freiburg i. Br.).

[2] Hans Meyer, Thomas von Aquin (Bonn 1938), p. 32.

[3] M.-D. Chenu, L´équilibre de la scolastique médiévale, "Revue des sciences philosophiques et théologiques", T. 29 (1940), p. 312.

[4] In Met. 3, 11; n.° 471.

[5] In An. 1, 8; n° 107. De modo semejante In De caelo et mundo 1, 22; 3, 6.

[6] E. Gilson, Le christianisme et la tradition philosophique, "Revue des sciences philosophiques et théologiques". T. 30 (1941/42), p. 254.



Fuente: Josef Pieper, Filosofía Medieval y Mundo Moderno,
Editorial Rialp, Madrid 1973, páginas 253-255.





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