Pluma en Ristre de Leonardo Castellani
Juan Manuel De Prada
Sigo cumpliendo mi misión de descubrir al lector español el genio de Leonardo Castellani; y en ello hallo la gracia del vivir
Todos venimos a este valle de lágrimas con alguna misión modesta que no suele coincidir con las misiones farrucas y altisonantes que, en nuestro engreimiento, solemos arrogarnos; y en cumplir esa misión que nos ha sido asignada está la gracia del vivir. Yo descubrí esa misión cuando cayó en mis manos un libro de un tal Leonardo Castellani, un escritor argentino del que jamás había oído hablar; aunque para ser más preciso, el libro no "cayó" en mis manos, sino que en ellas lo puso Fabián Rodríguez Simón, Pepín para los allegados, un muy querido amigo porteño, librepensador y un poco comecuras, capaz sin embargo de reconocer el genio allá donde florece, aunque sea en terrenos tan adversos como los que merodeó Castellani, que fue siempre un paladín de la ortodoxia católica (un paladín magullado y escarnecido al modo quijotesco, convendría añadir). A Pepín le sorprendía sobremanera que un escritorazo como Castellani -ninguneado por la cultura oficial argentina- no fuera tampoco conocido de la mayoría de los católicos; y apostilló, sarcástico: "¡Así se entiende que os vaya tan mal!".