Reflexiones sobre la Debilidad Política de los Católicos
R. P. Lic. Horacio Bojorge, SJ
Con sincera alegría reproducimos en nuestro Blog del Centro Pieper esta Conferencia del Padre Horacio Bojorge pronunciada en Argentina y recopilada en su libro “Como Ovejas entre Lobos” (Editorial Narnia, Mendoza 2004, 68 páginas). Se trata de un texto contundente que agradecemos a Dios y al Padre Bojorge.
Además, de alguna manera plasma muchos aspectos del Curso que propusimos para este año 2014 y que lleva por título: "El Espíritu de la Época frente al Horizonte de la Verdad".
¡Imprescindible leerlo!
[Actualizado: incluye archivo PDF con esta Conferencia completa para descargar gratuitamente]
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Aclaración
[Tomada del Prólogo del Libro "Como Ovejas entre Lobos"]
[…] Como licenciado en Filosofía, Teología y Sagrada Escritura y no en ciencia política me aproximo a estos temas políticos con un enfoque y una finalidad pastoral, de teología espiritual, o, si se quiere, de discernimiento de espíritus [NdE: las "negritas" son nuestras]. Carezco de títulos que me acrediten como especialista en temas políticos, aparte de la experiencia que dan los años y los títulos comunes que tenemos todos los que, aún deseando exorcizar la realidad política, no logramos otra cosa que padecerla. Si me he ocupado aquí o en otros escritos míos de asuntos políticos, no ha sido, pues, ni con un enfoque ni con una intención, ni con un interés político inmediato.
Por lo demás, para tratar de intereses vitales no se necesita ser especialista. La civilización tecnolátrica en la que vivimos, tiende a despojarnos del poder de decisión sobre los asuntos más importantes con el pretexto de que no los entendemos tan bien como los especialistas, a los que confía la decisión sobre las cosas que afectan nuestros destinos. Pero eso ya es objeto de [esta] conferencia. […]
* * *
Exordio
Agradezco a los que me han invitado a exponer este tema [1]. Agradezco la presencia de todos ustedes, hermanos en la fe, en las consiguientes convicciones culturales e intelectuales comunes, y en una misma pertenencia eclesial católica. Eso hace que, aunque pudiera sentirme extraño o extranjero ante este auditorio, me sienta sin embargo con la comodidad de quien habla “en casa” y entre hermanos.
La presentación, en el día de ayer, de mis dos estudios sobre el mal de acedia del que adolece nuestra civilización, me ha brindado la ocasión de llamar la atención sobre el principal obstáculo que la actual civilización opone, en forma tenaz, organizada y férreamente consecuente, a la difusión de la caridad y a la construcción de la civilización de la caridad.
Estimo que esa oposición que se organiza también como persecución –las más de las veces tácticamente encubierta y anónima, más o menos disfrazada o velada–, explica la dificultad que experimentan los católicos para acceder, por vía de la acción política, a los puestos de gobierno, legislación y decisión, que le permitan incidir en la configuración de la vida pública. Se nos exhorta a empeñarnos en fundar una civilización del amor. Pero el terreno no está vacío, sino ocupado por una civilización apóstata y anticatólica.
Cuando pedí la opinión de un amigo sacerdote acerca de las causas de la debilidad política de los católicos, me contestó sin vacilar que residían en que la conciencia cristiana tiene vedada la mentira, la disimulación y la organización secreta... No se prospera en política siendo honesto.
Por otra parte, hace años, un amigo Obispo, me hacía notar que la Iglesia católica no tiene servicios de inteligencia y como el católico suele ser casi infantilmente confiado, está indefensa contra la infiltración ideológica y psicopolítica, contra agentes agitadores, etc.