Presentación del Libro «Mitos, Dogmas y Epopeyas»
Agustín Monteverde
Transmisión en vivo por el canal del Centro Pieper en YouTube.
[CP] El Centro de Humanidades Josef Pieper de Mar del Plata (Argentina), tiene el agrado de invitarlos a participar de la transmisión en vivo de la “Presentación del Libro «Mitos, Dogmas y Epopeyas»” a cargo de su Autor, el Economista Agustín Monteverde el próximo jueves 27 de enero a partir de las 19hs (de Argentina).
Este libro es un apasionante relato sobre la historia del hombre en relación a la ciencia y la fe, y aborda los casos más destacados de antagonismos y convergencias entre ellas. En una exposición atrapante, Monteverde desarrolla los diferentes argumentos y contraargumentos lógicos, ontológicos y cosmológicos que diferentes pensadores de la historia han aportado sobre la existencia de Dios, para llevarnos luego de viaje por la epistemología. Es que el objeto de esta travesía intelectual ocupa el centro mismo de la discusión humana. Como afirma el físico John Polkinghorne, de la Universidad de Cambridge, “la cuestión de la existencia de Dios es la pregunta más importante que enfrentamos sobre la naturaleza de la realidad”. En el mismo sentido, el célebre historiador Paul Johnson sostuvo que “es lo más importante que los humanos siempre hemos estado llamados a responder”.
El destacado sacerdote argentino P. Juan José Sanguineti, referente del Pensamiento Tomista a nivel nacional e internacional, se ha referido a este libro señalando que le parece “excelente” y que “contiene mucha información científica y de filosofía de la ciencia, y de historia de la ciencia. Es agradable de leer. Y las relaciones fe-ciencia están muy bien enfocadas. Además es equilibrado. Seguro que hará mucho bien”.
Esta presentación podrá ser vista gratuitamente por el Canal del Centro Pieper en YouTube en el siguiente enlace:
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El olvido de la verdad
ResponderEliminarEl hombre al exigir una libertad absoluta de decidir sobre sí mismo ha tenido que negar la verdad que implica deberes de todo hombre para consigo mismo.
En ese sentido, los gobiernos y sus falsos intelectuales han construido la idea de verdades relativas o verdades para unos y mentiras para otros, por lo que en realidad deberían llamarse mentiras relativas pero como el término era políticamente incorrecto se ha utilizado el de “verdades relativas” y ello lo necesitaba para destruir la idea de verdad.
La verdad es absoluta o no es verdad y se impone al sujeto que posee esa verdad.
Pero la construcción de verdades relativas abría la posibilidad a una libertad absoluta para el hombre para decidir sobre sí mismo sin dar cuenta a nadie de sus decisiones porque la verdad absoluta obliga incluso al que la posee, el hombre es siervo de la verdad y no puede hacer con ella lo que quiera.
La destrucción de la verdad y la construcción de verdades relativas le abrirían al hombre las puertas a una libertad absoluta de esa manera le fue vendido el relativismo junto con la promoción de males y vicios y se le ofreció la posibilidad de ser como dioses conocedores del bien y del mal y decidir sobre sí mismos como si fueran dioses, eliminar toda responsabilidad para consigo mismo y toda culpa ya que al no existían deberes para consigo mismo sino sólo derechos no había de qué arrepentirse ni ante Quién responder.
La verdad es algo externo y trascendente que se impone a la inmanencia del hombre como un deber y que limita su libertad, “del árbol del bien y del mal no comerás” dice la Verdad.
ResponderEliminarLas verdades absolutas pueden ser descubiertas o reveladas, si son descubiertas lo pueden ser de dos formas, primero por la contemplación por medio de la inteligencia que lee dentro de la realidad de las cosas y descubre lo bello, lo justo, lo bueno y la verdad y, después, por medio del razonamiento partiendo de verdades contempladas se puede llegar a otras verdades si el razonamiento es correcto. Con lo que debemos diferenciar entre inteligir y razonar como hace Josef Pieper.
Las verdades reveladas son, a su vez, de dos tipos: las que se encuentran en las Sagradas Escrituras y en la Tradición y las que el Magisterio ha logrado extraer por vía de la contemplación de la revelación por medio de los dones del Espíritu Santo, en especial, de inteligencia y sabiduría, y las que el Magisterio ha logrado extraer por vía de razonamiento a partir de verdades reveladas o contempladas en la revelación.
El olvido, pérdida o renuncia a las verdades absolutas ha dejado a la sociedad y a las personas en un estado de indefensión frente a los poderosos de este mundo.
ResponderEliminarLos gobernantes son los que, según la definición de ley de Santo Tomás de Aquino, se encargan de ordenar la comunidad al bien común político.
Al crearse una libertad absoluta para las personas, por medio del relativismo y de las verdades relativas, se ha producido una destrucción de las verdades absolutas de las personas y de la sociedad o un olvido de las mismas.
El poderoso al diseñar, junto con sus falsos intelectuales, una sociedad que acepta que sólo existen verdades relativas o mentiras relativas y, por lo tanto, contradictorias entre sí, adquiere el gobernante la posibilidad de decidir arbitrariamente sobre las personas y la sociedad.
Si no existen verdades absolutas que oponerle al gobernante, éste puede con libertad absoluta decidir sobre las personas y la sociedad y su poder se convierte en un poder absoluto.
El fundamento del poder absoluto del gobernante es la no existencia de ninguna verdad que pueda serle opuesta y que constituya un obstáculo a la voluntad de poderoso.
Y la absoluta libertad que el relativismo enseña que la persona tiene sobre si misma se convierte en la absoluta libertad que el gobernante tiene sobre la persona y la sociedad.
ResponderEliminarEl respeto irrestricto de las decisiones del prójimo sobre su propia persona se convierte en el respeto irrestricto al gobernante por el poder que éste tiene de decidir arbitrariamente sobre la persona y sobre la sociedad porque no hay una verdad que oponerle a sus decisiones y porque es el encargado de ordenar la sociedad al bien común político.
Si se elimina la idea de la verdad del bien común político, el gobernante puede hacer lo que quiera con su poder, con las personas y con la sociedad.
La eliminación de las verdades absolutas implicó que el gobernante adquiera un poder absoluto sobre un margen de libertad absoluta reconocido en la persona y, por ende, al gobernante.
Si la persona no tiene naturaleza humana, no tiene una ley natural y un derecho natural si no existen deberes y verdades que la persona debe respetar con respecto a sí misma en cuestiones morales, jurídicas, políticas y religiosas, ello significa que no existe nada que la persona pueda oponer como obstáculo a las decisiones del poderoso y que la persona y la sociedad sólo son materia prima en manos de los gobiernos que pueden con ellas hacer lo que quieran, darles las formas, manipularlas y controlarlas, reducirlas, transformarlas o eliminarlas.
La eliminación, el olvido y la pérdida de verdades absolutas sólo pueden conseguirse al precio de la mentira y de la promoción de lo antinatural y de lo inhumano. Porque las verdades relativas fueron construidas para eliminar y hacer olvidar las verdades absolutas de la naturaleza humana, de la ley natural, del derecho natural y de la religión verdadera.
Sólo se puede construir un poder absoluto sobre la destrucción de la verdad y su sustitución por verdades relativas o mentiras relativas que no constituyan ningún obstáculo al ejercicio del poder.
ResponderEliminarDe esa manera para construir ese poder absoluto se necesita olvidar, perder y destruir ciertas verdades y transformarlas en cosas discutibles, en opiniones, en verdades relativas que no obligan a los poderosos.
Es por ello que la revolución es una inversión y lo que busca es acumular poder y riquezas en manos de sus promotores que para eso la promueven.
La negativa a la existencia de la naturaleza humana, ley natural, derecho natural, buenas y malas costumbres y la religión revelada le permite al poderoso un ilimitado margen de maniobras y experimentos con el ser humano y con la sociedad y puede tratarla como una cosa.
Si se habla de derechos de los animales, de los vegetales, de los ríos y de las rocas todo ello termina en una igualación jurídica y política de los hombres a los animales, vegetales y objetos inanimados; con lo que el hombre ni siquiera es reducido a la condición de esclavo sino de simple animal y objeto con el que el poderoso puede hacer lo que quiera y lo mismo con la sociedad.
No es suficiente imaginar un anarquismo libertario utópico porque el hombre por naturaleza es un animal político y, mientras, ese anarquismo vende su paraíso terrenal futuro a módico precio y en un tiempo indefinido; los gobernantes de una sociedad pluralista y relativista siguen sacando provecho de sus poderes absolutos e ilimitados obtenidos tras haber privado a la sociedad y a las personas de ciertas verdades sin las cuáles es imposible el orden y el bien común político y religioso por lo que se ordenan al mal común.
ResponderEliminarEl poderoso es el gobernante pero también todo aquel que puede comprar con dinero las voluntades de los gobernantes, o sea, los pocos grandes ricos de este mundo.
Estos son los que se benefician con la destrucción de la verdad porque no tienen barreras para la manipulación de la persona y de las sociedades.
La ideología de género, el ecologismo, el aborto, la eutanasia, el suicidio asistido, la esterilización, el divorcio, el control de la natalidad, etc. si son considerados bienes, ello significa que deben ser promovidos e impuestos por el gobierno, incluso, en contra de la voluntad de ciertos individuos como sucede con la educación obligatoria de la ideología de género o el arresto de personas que se manifiestan públicamente en contra del aborto o la eutanasia.
Surge así una nueva moral, derecho, política y religión que se impone desde el poder absoluto del gobernante y cuyos deberes y obligaciones no vienen de las verdades sino de la decisión arbitraria de los gobiernos frente a la ausencia, destrucción, pérdida y olvido de la verdad.
ResponderEliminarEn el relativismo, la única verdad absoluta es que todo es relativo, lo cual, como señaló Aristóteles, es contradictorio y, por ello, su aceptación como principio de razonamiento e intelección genera una disonancia cognitiva, una incapacidad de conocer y de ver porque al aceptar como base del razonamiento una mentira los razonamientos que continúan desde este principio falso deberían llegar a conclusiones erróneas y falsas.
Así, desconociendo la verdad se construye sobre esa base la nueva moral, derecho, política y religión global que sólo pueden ser construida sobre lo que no es, sobre la privación de ser y de bien, sobre el mal, sobre lo opuesto a la naturaleza humana, ley natural, derecho natural y verdad revelada y sobre la mentira, o sea, sobre lo antinatural, inhumano, anticristiano y debe ser una construcción para el Anticristo, el que vendrá en su propio nombre y será aceptado.
No son los hombres que constituyen la sociedad los que se convierten en superhombres o en nuevos dioses sino que son los poderosos los que se convierten en los nuevos hombres dioses y los que teniendo la libertad absoluta y el poder absoluto de decidir sobre los individuos y las sociedades tratan a los mismos como si fueran hombres con alma animal, animales, objetos o esclavos.
Reaparece el hombre dios de los imperios, los nuevos césares y los nuevos faraones y reaparecen sus sirvientes, los nuevos esclavos, surgirá, entonces, un imperio global. El profeta Daniel describe a los Imperios como Bestias y San Juan llama en su Apocalipsis lo llama “Bestia del Mar”, el mar es el terreno de la política, para nosotros nuevo orden mundial con su gobierno global.
Este gobierno global tendrá sus hombres con alma divina con poderes ilimitados y absolutos sobre los hombres con alma de animal porque para que algunos hombres se comporten como dioses otros deben comportarse como servidores y esclavos de esos dioses, el poder de los dioses es decidir el destino de los hombres y ese es el poder que buscan los gobernantes y poderosos de este mundo.
ResponderEliminarSobre los últimos tiempos y esta ausencia de verdad, sobre las disonancias cognitivas de los hombres que no son capaces de conocer que un hombre no es una mujer y que un animal o un río no pueden tener derechos, que la madre junto con los médicos no deben dar muerte al feto, que no debe dársele muerte a un hombre inocente porque éste así lo pida, que los medicamentos experimentales no deben ser suministrados a la población y menos aún sin que haya consecuencias para quiénes los fabrican mal y para los que permiten esas acciones, que no deben los inocentes ser encarcelados en sus viviendas bajo excusas fundadas en falsas pandemias y sin el debido proceso y otras verdades más que han sido olvidadas generarán que los hombres querrán morir pero no podrán y se perseguirá a aquel que afirme la verdad.
Por ello, para manipular al hombre los poderosos necesitan privarlo de verdades y darles verdades de juguete o verdades relativas que no sirven para oponerse a sus decisiones y a su poder absoluto.
La libertad absoluta queda en manos de pocos, los que gobiernan y los necios útiles quedarán como siervos del poder y sicarios.
Por si le quedan dudas: “La corrupción de la justicia tiene dos causas la falsa prudencia del sabio y la violencia del poderoso” (Tomás de Aquino); “(…) un ciudadano hay al que tal vez debiera exigirse que al mismo tiempo fuese bueno, recto e intachable como hombre: ¡el soberano! (…)”(Pieper, Las virtudes fundamentales, 1980:147) y ello por las “(…) sobrehumanas tentaciones a las que sólo está expuesto el poderoso” (Idem.) pues sabemos que el poder absoluto corrompe de manera absoluta y que “(…) nada ni nadie puede sustraer al poderoso de la realización de una injusticia… salvo su propia justicia. Todo en el mundo depende de que los gobernantes sean justos.” (Idem.:145) Que “(…) apenas si cabe en el mundo del hombre más nefasto y desesperanzador infortunio que el Gobierno injusto.” (Idem.)
Si al poderoso le retiramos el obstáculo que debería establecer sobre él una institución santa como la Iglesia que como una Espada espiritual sobre la espada temporal de los gobiernos impidiera a los mismos obrar injusticias contra el derecho natural, la ley natural y el derecho divino y si al poderoso le permitimos la construcción de una sociedad en la que metódica y sistemáticamente falsos intelectuales y medios de comunicación han destruido y hecho olvidar a los hombres aquellas verdades que hacen al orden en la sociedad y en el hombre, o sea, a la virtud y verdades absolutas necesarias para la vida digna de la persona, la familia, las instituciones intermedias y la sociedad, la Patria y Dios, entonces, como el poderoso está expuesto a sobrehumanas tentaciones y el poder absoluto corrompe de manera absoluta podemos deducir que el gobierno global, cuando aparezca, estará regido por un plebeyo muy capaz que Cristo llamó el otro y que se sentará en el templo de Dios haciéndose llamar Dios.
Alberto Ramón Althaus