“Propuestas para una Correcta Lectura del Concilio Vaticano II” de Mons.
Atanasio Schneider
Prof. Cristian Rodríguez Iglesias
Estimados:
Los invitamos a participar del sexto Studium –Estudio Comunitario– del Centro Pieper, a realizarse el próximo martes 4 de Septiembre a partir de las 18.30 hs. en la Sala “Santo Tomás” del Centro Educativo FASTA, sito en Gascón 3145, de nuestra ciudad de Mar del Plata.
Los invitamos a participar del sexto Studium –Estudio Comunitario– del Centro Pieper, a realizarse el próximo martes 4 de Septiembre a partir de las 18.30 hs. en la Sala “Santo Tomás” del Centro Educativo FASTA, sito en Gascón 3145, de nuestra ciudad de Mar del Plata.
Con ocasión del 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, a celebrarse próximamente el tema que convoca en esta oportunidad es “Propuestas para una Correcta Lectura del Concilio Vaticano II” de Mons. Atanasio Schneider, ponencia que será presentada por el Prof. Cristian Rodríguez Iglesias, continuando así el Estudio Comunitario con Mesa de Libros, Documentos y Autores que coordina el Centro Pieper bajo el lema: “Pasión por la verdad”.
Sinopsis de la Ponencia de Mons. Schneider [Tomada de la Nota Previa del Dr. Mario Caponnetto]. Entre los días 16 y
18 de diciembre del pasado año 2010 se realizó, en la Ciudad de Roma, con el
título “Concilio Ecuménico Vaticano II. Un Concilio pastoral. Análisis
histórico, filosófico y teológico”, un Congreso de estudios sobre el
Concilio Vaticano II con el fin de desarrollar una correcta y adecuada
hermenéutica de sus textos y de sus propósitos a la luz de la Tradición de la
Iglesia, organizado por el Seminario Teológico “Immacolata Mediatrice”
perteneciente a la Comunidad de Franciscanos de la Inmaculada.
Asistieron a este
Congreso numerosas personalidades entre Cardenales, Obispos, sacerdotes y
laicos. Una de las más importantes ponencias leídas durante el curso de las
jornadas fue la del Obispo Auxiliar de Karaganda, Capital de la actual
República de Kazajistán (Asia Central, ex integrante de la desaparecida URSS),
Monseñor Atanasio Schneider, titulada “Propuestas
para una correcta lectura del Concilio Vaticano II”.
Se trata de un texto notable por su claridad, concisión y precisión en el que el autor realiza un valiosísimo aporte en el camino de la correcta hermenéutica del Vaticano II, a la que tantas veces ha exhortado el Santo Padre Benedicto XVI. En efecto, desde los días inaugurales de su Pontificado, el Papa insiste en la necesidad de oponer a la “hermenéutica de la ruptura” la “hermenéutica de la continuidad” subrayando reiteradamente que el Concilio ha de ser leído a la luz de la Tradición.
Se trata de un texto notable por su claridad, concisión y precisión en el que el autor realiza un valiosísimo aporte en el camino de la correcta hermenéutica del Vaticano II, a la que tantas veces ha exhortado el Santo Padre Benedicto XVI. En efecto, desde los días inaugurales de su Pontificado, el Papa insiste en la necesidad de oponer a la “hermenéutica de la ruptura” la “hermenéutica de la continuidad” subrayando reiteradamente que el Concilio ha de ser leído a la luz de la Tradición.
La participación en este “Studium” del Centro Pieper es libre y gratuito.
Los Esperamos.
Para leer la Ponencia de Mons. Schneider:
Para conocer el plan de estudios comunitarios del «Studium» del
Centro Pieper Ciclo 2012, haga click en el siguiente enlace:
Para conocer el Programa del Curso “Cultura y Contracultura en
Nuestro Tiempo”, haga click en el siguiente enlace:
Sabía de ese artículo de Schneider... los felicito
ResponderEliminarMuuuuyyyyy Bueeenooo!
ResponderEliminarPara dar mayor claridad a los puntos tratados es conveniente examinar por separado las diversas clases de libertad, que algunos proponen como conquistas de nuestro tiempo. En primer lugar examinemos, en relación con los particulares, esa libertad tan contraria a la virtud de la religión, la llamada libertad de cultos, libertad fundada en la tesis de que cada uno puede, a su arbitrio, profesar la religión que prefiera o no profesar ninguna. Esta tesis es contraria a la verdad. Porque de todas las obligaciones del hombre, la mayor y más sagrada es, sin duda alguna, la que nos manda dar a Dios el culto de la religión y de la piedad. Este deber es la consecuencia necesaria de nuestra perpetua dependencia de Dios, de nuestro gobierno por Dios y de nuestro origen primero y fin supremo, que es Dios. Hay que añadir, además, que sin la virtud de la religión no es posible virtud auténtica alguna, porque la virtud moral es aquella virtud cuyos actos tienen por objeto todo lo que nos lleva a Dios, considerado como supremo y último bien del hombre; y por esto, la religión, cuyo oficio es realizar todo lo que tiene por fin directo e inmediato el honor de Dios(9), es la reina y la regla a la vez de todas las virtudes. Y si se pregunta cuál es la religión que hay que seguir entre tantas religiones opuestas entre sí, la respuesta la dan al unísono la razón y naturaleza: la religión que Dios ha mandado, y que es fácilmente reconocible por medio de ciertas notas exteriores con las que la divina Providencia ha querido distinguirla, para evitar un error, que, en asunto de tanta trascendencia, implicaría desastrosas consecuencias. Por esto, conceder al hombre esta libertad de cultos de que estamos hablando equivale a concederle el derecho de desnaturalizar impunemente una obligación santísima y de ser infiel a ella, abandonando el bien para entregarse al mal. Esto, lo hemos dicho ya, no es libertad, es una depravación de la libertad y una esclavitud del alma entregada al pecado.
ResponderEliminarhttp://catolicosyretrogrados.blogspot.com.ar/2015/04/libertad-de-culto.html