martes, 31 de marzo de 2015

Las Consecuencias de la Fornicación en la Realización Vocacional - Zelmira Seligmann

Las Consecuencias de la Fornicación en la Realización Vocacional
Dra. Zelmira Seligmann


Exposición realizada por la Lic. en Psicología y Dra. en Filosofía Zelmira Seligmann en el marco de la VII Jornada de Psicología Cristiana que trató el tema “Familia y Sexualidad”, en la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) de Buenos Aires, Argentina, el viernes 1 de Octubre del 2010.


Son cada vez más numerosos los pacientes que debemos atender con esta extraña “patología” como es la incapacidad para la vida matrimonial, si es que ya están casados, o para la realización de un proyecto matrimonial, si es que aún buscan casarse y realizarse en una vida familiar. 

A la vez encontramos también muchos fracasos, incluso después de largos años de convivencia, de matrimonios que habían logrado tener una familia con hijos y una cierta estabilidad, y donde nada parecía predecir el triste desenlace de la disolución y disgregación de la familia. 

En todos estos casos -la imposibilidad de concretar la propia vocación matrimonial, la incapacidad para llevarla adelante tanto sea al comienzo del matrimonio como luego de varios años de convivencia- puede haber diferentes causas, pero analizaremos la más común, pues se refiere a una cierta mentalidad que aparece “como normal” en nuestra cultura, cada vez más alejada de la ley natural, donde la “libertad” y el capricho subjetivo, parecería ser el único valor por el cual se mueven las personas. 

lunes, 2 de marzo de 2015

Josef Pieper, la Belleza y la Poesía - Jorge N. Ferro

Josef Pieper, la Belleza y la Poesía
Dr. Jorge N. Ferro


Intentaremos aquí una aproximación a la obra de Josef Pieper desde las letras, de modo que, escudados alegremente en esto, nos tomaremos una serie de licencias que los severísimos filósofos sabrán disculpar y tolerar.

Y la primer cosa que salta a la vista, para un lector ingenuo, en cuanto a Pieper y su relación con la belleza, es que ésta se halla presente en su propio estilo, en su misma obra en cuanto tal. Hay una preocupación por que se cumpla aquella sentencia de “el esplendor de la verdad”: él presenta la verdad bella y claramente, y hace alusión y recurre a los grandes textos poéticos, constantemente. Para poner un solo ejemplo, en su tratado sobre la Prudencia va a tomar un texto de Paul Claudel, de la quinta de sus «Cinco Grandes Odas», y cita aquel pasaje donde el poeta dice: “la prudencia es al norte de mi alma como la proa inteligente que conduce todo el navío” [1]. Es decir, comprobamos fácilmente esta constante recurrencia a los textos poéticos y el gusto porque resplandezca la verdad que está presentando, porque resplandezca estilísticamente esta verdad.

Y esto en un tiempo en el que en los estudios de humanidades en general predomina muchas veces un lenguaje oscuro, deliberadamente oscuro. Sobre lo cual Pieper tiene palabras duras; no dejará de denunciar este fenómeno. Por ejemplo, en su «Defensa de la Filosofía», donde dice entre otras cosas: [...] “la dificultad de leer un libro filosófico depende con frecuencia, como todo el mundo sabe, únicamente de abuso del lenguaje, de modo que lo que pone obstáculos es el lenguaje y nada más que el lenguaje” [2].

Es decir que el lenguaje, que tendría que ser el ámbito de patencia de la verdad, translúcido, se convierte en una realidad opaca, que aleja de las cosas. Se referirá también Pieper a esa “terminología individual arbitraria” [3] que tiene tanta vigencia en numerosos contemporáneos nuestros que se dedican a las humanidades. Y el texto este de Pieper sobre la oscuridad deliberada nos trae a la memoria otro de un autor indudablemente menor, en un libro bastante cuestionable en muchos aspectos, pero que plantea esto casi en los mismos términos. Nos referimos a J. F. Revel, en su libro «El conocimiento inútil». Hablando de las modas intelectuales de nuestro tiempo, sostiene Revel que es elemento esencial a una moda intelectual el hecho de sustituir “las dificultades reales de la investigación científica”, es decir las dificultades que presenta el objeto estudiado, “por las dificultades artificiales de un estilo oscuro, precioso y pedante, que procura a sus lectores y a sus auditores, al mismo tiempo, la ilusión de hacer un esfuerzo y la satisfacción de creerse iniciados en un pensamiento particularmente arduo” [4]. O sea que hay una facilidad de hecho y una dificultad aparente; hay un vocabulario “iniciático’, dice, y un “elitismo de masas”.