¿Quién dijo que "la Iglesia no debe meterse en Política"?
Adolfo J. Castañeda
Director de Educación e Investigación para el Mundo Hispano
Vida Humana Internacional (Human Life International)
En la actualidad, observamos la pretensión por parte de ciertos gobiernos, ideólogos secularistas y grupos de presión, de desacreditar cualquier intento de la Iglesia Católica y otras confesiones cristianas por incidir en la vida pública. Para justificar su postura, estos gobiernos, ideólogos, grupos y hasta algunos católicos, enarbolan el argumento de que "la Iglesia no debe meterse en política" o de que hay que respetar "la separación entre la Iglesia y el Estado". En el fondo, la pretensión de estas personas es avanzar [con] un concepto totalmente secularista del Estado y la sociedad, para reducir al silencio a la Iglesia y a los cristianos en cuanto a la esfera pública. Según su concepto individualista y privatista de la religión, quieren una Iglesia "domesticada", confinando su libertad religiosa al culto dentro de los templos y de las casas.
Implícita o explícitamente, los secularistas y hasta algunos católicos, para justificar sus pretensiones, se refieren al pasaje de Mateo 22, 21, en el cual Cristo enseña: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Para los que desde fuera de la Iglesia quieren imponerle su agenda laicista a los católicos y demás cristianos, este pasaje, según su interpretación sesgada, constituye la "justificación" bíblica perfecta de una separación total entre la Iglesia y el Estado. En realidad, lo que quieren los que así piensan es que el Estado y ellos mismos hagan lo que les dé la gana, sin que la Iglesia y sus miembros puedan decir ni hacer nada. Para algunos católicos, la interpretación de este pasaje no llega tan lejos, pero sí lo suficiente como para justificar el votar por quién les dé la gana, aún por candidatos proaborto, sin tomar en cuenta lo que la Iglesia enseña al respecto.
Esta interpretación de Mateo 22, 21 es completamente errónea y se estrella estrepitosamente contra lo que la Iglesia Católica misma enseña sobre este pasaje. Veamos qué nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica sobre esta afirmación de Cristo. "El rechazo de la obediencia a las autoridades civiles, cuando sus exigencias son contrarias a las de la recta conciencia, tiene su justificación en la distinción entre el servicio de Dios y el servicio de la comunidad política. 'Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios' " [1]. Observemos que la interpretación que le da la Iglesia a este emblemático pasaje -la única vez que es citado en todo el texto doctrinal- ocurre en el contexto de los límites de la autoridad civil. En otras palabras, la doctrina de Cristo va más bien encaminada a proteger el derecho y el deber que tienen los creyentes hacia Dios ante las pretensiones del Estado, y no a confinar a dichos creyentes a ciertas actividades religiosas realizadas en privado.