Deformación de Formadores
Educación Sexual e Ideología de Género en las Escuelas [Incluye Video]
Mons. Héctor Aguer
El entonces Arzobispo de La Plata concedió una entrevista televisiva al periodista Mariano Grondona sobre el llamado “Material de formación de formadores en educación sexual…” distribuido en 2009 por los Ministerios de Educación y de Salud de la Nación Argentina. Con anterioridad a la entrevista, Aguer ya había escrito un texto crítico –que tuvo fuerte impacto en la opinión pública– donde denunciaba que en ese “Material” subyace una “imposición totalitaria” de dogmas ateos como también que esta “educación sexual” excluye la formación en las virtudes, entre otras graves cuestiones. A más de 15 años de esta denuncia, publicamos en nuestro Blog del Centro Pieper la entrevista y el texto completo de Aguer, recordando que la “Educación Sexual Integral” (ESI) continúa atropellando la libertad de conciencia de docentes, alumnos y padres, garantizada por la Constitución y la misma Ley de Educación Nacional.
[NotiVida/ELCAMINO/CentroPieper] El sábado 8 de agosto del año 2009, por el Canal 26 de Buenos Aires, el por entonces Arzobispo de La Plata, Monseñor Héctor Aguer, fue entrevistado en el programa “Clases” conducido por el periodista Mariano Grondona. Dicha entrevista giró en torno a la “Educación Sexual e Ideología de Género en las Escuelas”, desde la perspectiva del documento oficial titulado “Material de formación de formadores en educación sexual y prevención del VIH/SIDA” distribuido por los Ministerios de Educación y de Salud de la Presidencia de la Nación Argentina.
Esta entrevista hizo foco en ese documento de 302 páginas, con el llamativo auspicio de ONUSIDA y otros organismos internacionales. El texto es una recopilación de escritos dispares, pero unificados por una opción claramente ideológica, que no refleja la variedad de posiciones que pueden adoptarse en una materia tan esencial y que ha sido objeto de discusiones en distintos ámbitos sobre todo en la comisión creada oportunamente por el Ministerio de Educación para definir los lineamientos curriculares de educación sexual.
Conviene recordar aquí que lo propio de la ideología de género –de la cual está empapado el documento en cuestión– es presentar la sexualidad como una construcción histórica y sociocultural, según la cual lo masculino y lo femenino, el ser varón y el ser mujer, no surge de una diferencia biológica y mucho menos se identifica con ella, sino que procede de la “evolución” de la cultura y es, por lo tanto, cambiante. Así, se trata de un intento de descalificar la moral natural y avasallar la libertad de enseñar y aprender, con el auspicio de la ONU.
Educación Sexual e Ideología de Género en las Escuelas
Mons. Héctor Aguer
Mons. Héctor Aguer, en aquel tiempo también Presidente de la Comisión Episcopal de Educación de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), ya había criticado por escrito estas orientaciones oficiales para impartir educación sexual. En un agudo análisis, que reproduciremos al final de este posteo, Aguer se refirió expresamente a ese manual para formadores fomentado por el gobierno nacional, donde subyace una “imposición totalitaria” de dogmas ateos. Recordaba allí que el designio profundo del manual era “la «desconstrucción» de una concepción de la sexualidad de acuerdo al orden natural y a la tradición cristiana”. Señaló que “la ideología de género se expresa en este documento con el máximo rigor” y se presenta “como el instrumento para modificar significados y prácticas”. Le adjudicó al texto oficial una potencialidad destructiva del orden familiar, que se manifiesta, por ejemplo, en el enunciado “la perspectiva de género requiere de un proceso comunicativo que la sostenga y la haga llegar al corazón de la discriminación: la familia”. Estimó que la brecha estipulada entre género y sexo explica que en el documento “jamás se hable de amor. El sexo, al parecer, no tiene nada que ver con el amor”. “Ni amor, ni responsabilidad, ni matrimonio, ni familia como proyecto de vida –puntualizaba allí Aguer–. Se confiesa explícitamente que la educación sexual excluye la formación en las virtudes, el aprecio y respeto de los valores esenciales que constituyen a la persona en su auténtica perfección”.