
Ignacio Balcarce
Reflexiones sobre la batalla cultural, el desmoronamiento woke, la nueva derecha y Davos.
[Centro Pieper] En las últimas semanas han aparecido signos que pueden entenderse como un agotamiento en la agenda del progresismo woke que deben invitarnos a reflexionar sobre los giros que acontecen en la denominada batalla cultural. Creo que lo importante a retener es que las facciones en disputa comparten los mismos principios, cosa que impide vislumbrar un horizonte de auténtica restauración cultural.
La ideología woke no es un retoño bolchevique sino un liberalismo llevado a sus últimas consecuencias. Con esto ya tenemos los primeros trazos para un cuadro de situación, la batalla cultural enfrenta a liberales de izquierda contra liberales de derecha. O sea, el antagonismo es superficial.
Por supuesto que el antiguo comunismo tampoco fue una alternativa real al liberalismo ya que contenía en sus raíces inmanentismo, naturalismo y racionalismo –bases de la modernidad ideológica que coinciden con la esencia del liberalismo–, pero sí es necesario advertir que el neomarxismo cultural actual es un marxismo devorado por la lógica y los hábitos liberales. Donde permanece poco marxismo y mucho liberalismo.