viernes, 27 de agosto de 2021

Fenomenología del Progresismo - P. Julio Meinvielle

Fenomenología del Progresismo
P. Julio Meinvielle


El R. P. Dr. Julio Meinvielle (1905-1973) denuncia aquí el alud progresista de los años 60, que hizo que muchos bautizados –laicos y clérigos por igual– se involucraran en “lo temporal” olvidándose de “lo eterno”. Ofrecemos a los lectores del Blog del Centro Pieper este texto, convencidos de su vigencia y esperanzados también en que muchos católicos encontrarán luz suficiente para discernir algunas graves cuestiones de nuestro tiempo.


Esto no es una conferencia, es una conversación informal. Vamos a hablar del progresismo; en primer lugar, hemos de advertir que los que usan de un modo sistemático la palabra progresismo son los comunistas, porque para ellos, la historia se desarrolla en un proceso dialéctico que va de lo peor a lo mejor, así por ejemplo: para ellos la sociedad feudal va caminando en un proceso dialéctico hacia la sociedad burguesa o liberal y la burguesa hacia la socialista, y ésta hacia la comunista; pero progresismo, se puede entender también de un modo general como un camino de la sociedad hacia condiciones y estados mejores de desarrollo.

Nosotros vamos a hablar del progresismo, como fenómeno que se advierte hoy dentro de la Iglesia y que sobre todo se ha puesto de moda con motivo del Concilio Ecuménico Vaticano II. La prensa mundial ha dividido a los Padres conciliares en dos grandes corrientes: una, la de los innovadores y amigos de reformas, a los cuales ha llamado progresistas, y la otra, de Padres más bien preocupados de mantener las legítimas tradiciones, a quienes se ha calificado de conservadores, reaccionarios e integristas.

Al hablar aquí de progresismo, nos vamos a referir a un movimiento que se observa hoy en la Iglesia y que sostiene doctrinas y actitudes que deben ser consideradas como errores desviacionistas; advirtiendo que no todos los que se dicen progresistas deben ser calificados con este sentido censurable; los hay quienes no conociendo el contenido del término progresismo, tal como se está propagando hoy, se llaman progresistas pero buscan tan sólo un progreso legítimo y necesario dentro de la Iglesia.
 
Vamos a advertir también, que aunque el teilhardismo sea una versión del progresismo, pueden existir y existen de hecho, otras versiones de progresismo censurable.

lunes, 16 de agosto de 2021

Genio y Figura de España en el “Quijote” y sus Resonancias Hispanoamericanas - Elena Calderón de Cuervo

Genio y Figura de España en el “Quijote” y sus Resonancias Hispanoamericanas
Dra. Elena Calderón de Cuervo


Sexta Conferencia del XV Curso Anual 2021 titulado «Cristiandad e Hispanidad: su Sentido y su Vigencia».


[Centro Pieper] El Centro de Humanidades Josef Pieper de Mar del Plata (Argentina), tiene el agrado de invitarlos a participar de la transmisión en vivo de la Conferencia de la Dra. Elena Calderón de Cuervo titulada «Genio y Figura de España en el “Quijote” y sus Resonancias Hispanoamericanas», el próximo viernes 20 de Agosto a partir de las 18:30hs de Argentina. 

Podrá ser vista gratuitamente por el Canal de YouTube del Centro Pieper en el siguiente enlace:


O a través de la pantalla que se encuentra a continuación: 


¿Te la vas a perder?

domingo, 15 de agosto de 2021

De los Cuentos de Hadas al Psicoanálisis: una Breve Reflexión sobre la Literatura Infantil Actual - Elena Calderón de Cuervo

De los Cuentos de Hadas al Psicoanálisis: una Breve Reflexión sobre la Literatura Infantil Actual
Dra. Elena Calderón de Cuervo


Facultad de Filosofía y Letras – Universidad Nacional de Cuyo 


[Reproducimos este artículo en el Blog del Centro Pieper 
con expresa autorización de su Autora, la Dra. Calderón]


[Centro Pieper] En rigor, toda literatura está comprometida con el desarrollo espiritual del hombre, y al punto tal que no solo lo refleja sino que, en gran medida, lo promueve. En este sentido, ese espacio de la literatura que designamos como “infantil” o “juvenil” está, más que las otras, comprometido con el mejoramiento del ser humano ya que lo aborda en el momento preciso de la elaboración de su código de valores y de su cosmovisión definitiva. Este trabajo se propone, entonces, abordar  desde una perspectiva hermenéutica, el origen de los llamados “cuentos de  hadas” o “cuentos con hadas”, su posterior derivación a la literatura infantil con el objeto de analizar la actual reformulación de sus aspectos simbólicos e icónicos dentro de un marco de reflexión que remite a los principios teóricos del psicoanálisis y de la psicología profunda.

Por otra parte, cuando se estudia un poema como el Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, lo primero que se advierte es que no se trata de un fruto aislado sino de un eslabón más de una larga cadena de tradición poética que, hundiendo sus raíces en el Cantar de los Cantares, se entretiene en la sencillez del romancero español, adopta la austeridad y la doctrina del ascetismo de un Fray Luis de León para culminar en la perfección de los acordes místicos de nuestro santo carmelita.

Es, entonces, que a través de una larga cadena de acarreo poético el Cántico... va construyendo la plenitud de su sentido y proponiendo, al mismo tiempo, sus cambios. Estos cambios no pueden ser muy violentos  porque “ofenderían” a la recepción y perderían su atención cuando no simplemente su respeto. Porque lo primero que capta el que escucha o lee es lo que conoce para luego descubrir entre esos viejos acordes familiares la nota nueva y original.

miércoles, 11 de agosto de 2021

Tradición e Hispanidad - Elena Calderón de Cuervo

Tradición e Hispanidad
Elena Calderón de Cuervo


Extracto de la entrevista de Felix Della Costa a la Dra. Elena Calderón de Cuervo, destacada Profesora Universitaria Argentina y Madre de trece hijos.


Felix Della Costa: -Elena, ¿qué es para vos la tradición?

Elena Calderón de Cuervo: «¡Qué pregunta! Yo no entiendo por Tradición otra cosa que la que me enseñaron en el Catecismo, es decir, el acto y efecto de transmitir a otros lo que hemos recibido de la “autoridad”. Pero acá hay dos cosas que aclarar: una que el traditum, es decir, eso que transmitimos, viene de Dios (qui locutus est per profetas) y sirve, por lo tanto, para la salvación del alma: “porque sólo Tú tienes palabra de vida eterna”. Yo puedo enseñarles a mis hijas a hacer la carbonada criolla como me enseñó mi mamá, o a bailar el chachachá que no me acuerdo quién me habrá enseñado y, aunque en cierto sentido es un acto de tradición (transmito a unos lo que recibí de otros), no lo es en sentido propio, porque eso que enseño es creación del hombre y tiene, por tanto, fines limitados. En este paquete de tradiciones “impropias” entran la poesía, danzas, cantos, trajes, dichos, costumbres y cuanta cosa constituye el tesoro de nuestras nostálgicas “querencias” terrenales, que son obra de los hombres... y de la mujeres. No se ha conservado la melodía con la que el Rey David cantaba sus Salmos, ni los pasos y aires con que los bailaba (porque parece que los bailaba y muy bien, a juzgar por el entusiasmo de las espectadoras y la envidia de Saúl), porque ese aspecto, por muy hermoso que fuera, era obra de David; pero sí se ha conservado lo que dicen sus Salmos, porque allí el Rey cantor habló por inspiración del Espíritu Santo. Se ha inventado, recientemente, la palabra “folklore” para hablar de esta “manía” de la sensiblería popular (folk) o vulgar, de arrastrar viejas costumbres, debida a su falta de “capacidad para el cambio” con su consecuente negación al “progreso”. Y esto se ha hecho con la pésima intención de meter en la misma bolsa y sin distinción de origen y finalidad junto con los bailes y las canciones, los “mitos”, los ritos (o sea, la doctrina y los sacramentos) y, en fin, todo lo que la Iglesia Católica había impuesto en la vida de los pueblos, configurando en ellos, al mismo tiempo que un “programa de salvación”, una cultura acorde con éste que se llama “civilización cristiana”.

Lo segundo que hay que aclarar, es que, debido a que el traditum viene de Dios, es nuestro deber transmitirlo y sostenerlo. El “id y evangelizad...” es una orden, un mandato de Dios por medio del cual todos estamos obligados a ser transmisores de ese traditum y, más aún, a dar nuestra vida, si hiciera falta, en defensa de su integridad (porque a Dios no hace falta hacerle “adendas” ni ponerle parches) o en testimonio de su validez. Nuestra fidelidad a la Tradición es, en definitiva, una “cuestión de honor”, de la cual dependen y derivan todos los otros honores de los hombres. Acá es donde yo distingo fidelidad de obediencia. Se es fiel a algo o a alguien y se lo sigue hasta el final, porque uno hace propio diríamos que hasta con orgullo, aquello a lo que se adhiere: Tus decretos son mi herencia para siempre, porque constituyen la alegría de mi corazón (Ps. 118, 111-112). En cambio, muchas veces se obedece hasta con disgusto. El operario obedece, el vasallo es fiel. Por eso digo yo que nuestra adhesión a la Tradición es una cuestión de honor».

martes, 10 de agosto de 2021

Gerardo Medina - Octavo Aniversario (10 de Agosto 2013 - 2021) - Mario Caponnetto

Gerardo Medina - Octavo Aniversario
Mario Caponnetto


10 de Agosto 2013 - 2021


Se cumplen hoy ocho años de la partida de nuestro entrañable amigo y maestro Gerardo Medina. Dios se lo llevó muy joven cuando esperábamos mucho de su magisterio y de su sabiduría. Pero, bien sabemos, el Señor ama las primicias.

Nos quedan su ejemplo de auténtico intelectual católico, el recuerdo de su amistad y de las horas pasadas juntos en el estudio y en la búsqueda de la Verdad, de esa Verdad que no muere y que, estoy seguro, ya ha de estar contemplando en la luz de la gloria.

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