lunes, 31 de julio de 2023

Catequesis sobre san Agustín de Hipona - Benedicto XVI

Catequesis sobre san Agustín de Hipona
Benedicto XVI


Audiencias Generales de los miércoles 9 de enero, 16 de enero, 30 de enero, 20 de febrero y 27 de febrero de 2008.


[1] La vida
 
Después de las grandes festividades navideñas, quiero volver a las meditaciones sobre los Padres de la Iglesia y hablar hoy del Padre más grande de la Iglesia latina, san Agustín: hombre de pasión y de fe, de altísima inteligencia y de incansable solicitud pastoral. Este gran santo y doctor de la Iglesia a menudo es conocido, al menos de fama, incluso por quienes ignoran el cristianismo o no tienen familiaridad con él, porque dejó una huella profundísima en la vida cultural de Occidente y de todo el mundo.

Por su singular relevancia, san Agustín ejerció una influencia enorme y podría afirmarse, por una parte, que todos los caminos de la literatura latina cristiana llevan a Hipona (hoy Anaba, en la costa de Argelia), lugar donde era obispo; y, por otra, que de esta ciudad del África romana, de la que san Agustín fue obispo desde el año 395 hasta su muerte, en el año 430, parten muchas otras sendas del cristianismo sucesivo y de la misma cultura occidental.

Pocas veces una civilización ha encontrado un espíritu tan grande, capaz de acoger sus valores y de exaltar su riqueza intrínseca, inventando ideas y formas de las que se alimentarían las generaciones posteriores, como subrayó también Pablo VI: «Se puede afirmar que todo el pensamiento de la antigüedad confluye en su obra y que de ella derivan corrientes de pensamiento que empapan toda la tradición doctrinal de los siglos posteriores» (AAS, 62, 1970, p. 426: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 31 de mayo de 1970, p. 10).

miércoles, 26 de julio de 2023

Voluntad, Sindéresis y Conciencia en San Buenaventura - Beatriz Reyes Oribe

Voluntad, Sindéresis y Conciencia en San Buenaventura
Beatriz Reyes Oribe


Sexta Conferencia del XVII Curso Anual 2023 del Centro Pieper titulado «Aproximación a los Doctores de la Iglesia».


[Centro Pieper] El Centro de Humanidades Josef Pieper de Mar del Plata (Argentina), tiene el agrado de invitarlos a participar de la transmisión de la Conferencia de la Mgr. Beatriz Reyes Oribe titulada “Voluntad, Sindéresis y Conciencia en San Buenaventura”

Esta Conferencia se transmitirá en vivo el próximo viernes 28 de Julio a partir de las 19:30hs de Argentina. 

Podrá ser vista gratuitamente por el Canal de YouTube del Centro Pieper en el siguiente enlace:

O a través de la pantalla que se encuentra a continuación:


¿Te la vas a perder?


«San Buenaventura -Juan de Fidanza- nació en Bañorea (Bagnoreggio), pequeña ciudad italiana en las cercanías de Viterbo. Un hecho milagroso ilumina su niñez como prenuncio de lo que sería su vida. Estando gravemente enfermo, su atribulada madre lo encomendó y consagró a San Francisco de Asís, por cuya intercesión y méritos recuperó la salud. Llegado a los umbrales de la juventud se afilió a la Orden fundada por su bienhechor, atraído, según el mismo Santo confiesa, por el hermoso maridaje que entre la sencillez evangélica y la ciencia veía resplandecer en la Orden franciscana. En las aulas de la universidad de París, a la sazón lumbrera del saber, escuchó las lecciones de los mejores maestros de la época a la vez que atendía con ardoroso empeño a su formación espiritual en la escuela del Pobrecillo de Asís. Sus bellas cualidades de mente y corazón, perfeccionadas por la gracia, le atrajeron la simpatía y admiración de sus maestros y condiscípulos... Y, cuando apenas contaba treinta y seis años, la Orden, reunida en Roma en Capítulo, le eligió por su ministro general el 2 de febrero de 1257.
A lo largo de dieciocho años viajará incansable a través de Francia e Italia, llegando a Alemania por el norte, y por el sur a España; celebrará Capítulos generales y provinciales y proveerá con clarividencia a las necesidades de la Orden, para entonces extendida por todo el mundo antiguo conocido, en cuanto a la legislación y a los estudios, y sobre todo en cuanto a la observancia de la regla, para la que señaló el justo término medio, equidistante del rigorismo intransigente y de la relajación condenable... Con toda razón puede llamársele en cierto sentido el segundo fundador de la Orden de Francisco de Asís, del que escribió, a petición de los frailes, una biografía...
Predicaba con frecuencia impulsado de su celo por el bien de las almas. Papas y reyes, como San Luis, rey de Francia, universidades, corporaciones eclesiásticas y especialmente comunidades religiosas de ambos sexos eran sus auditorios. Los papas le distinguieron con su aprecio, consultándole en cuestiones graves del gobierno de la Iglesia. Gregorio X (1271-76), que por consejo del Santo había sido elevado al sumo pontificado, nombróle cardenal, le consagró obispo él mismo y le retuvo a su lado para preparar el segundo concilio ecuménico de Lyón… El 15 de julio de 1274, entregaba a Dios su bendita alma en medio de la consternación y tristeza del concilio, que se había dejado ganar por el irresistible encanto de su personalidad y por la santidad de su vida. El Papa mandó –caso único en la historia– que todos los sacerdotes del mundo dijeran una misa por su alma» (Fray Juan Meseguer, OFM).

 

martes, 18 de julio de 2023

Santo Tomás de Aquino, Comentador de la Sagrada Escritura [Saint Thomas Aquinas, Commentator of the Holy Scriptures] - Mario Caponnetto

Santo Tomás de Aquino, Comentador de la Sagrada Escritura 
[Saint Thomas Aquinas, Commentator of the Holy Scriptures]
Mario Caponnetto
    
    
En el 700 Aniversario de la Canonización de Santo Tomás de Aquino, especial para el Centro Pieper (Español-Inglés)

[On the 700th Anniversary of the Canonization of Saint Thomas Aquinas, special for the Pieper Center (Spanish-English)]

     
1. Valor y número de los comentarios bíblicos 
[Value and number of biblical commentaries]
     
Uno de los aspectos más relevantes (y hasta hace relativamente poco tiempo un tanto descuidado por los estudiosos) es la importantísima obra de exégesis bíblica que nos ha legado Santo Tomás. El Santo Doctor, en efecto, escribió varios comentarios bíblicos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Estos comentarios constituyen una parte preciosa de su teología y son textos que deben ser rescatados pues, contrariamente a lo que se supone -sobre todo a partir del extraordinario desarrollo alcanzado por la exégesis bíblica moderna- ellos conservan una extraordinaria vigencia. 
     
[One of the most relevant aspects (and until relatively recent times somewhat neglected by scholars) is the most important work of biblical exegesis that Saint Thomas has left us. The Holy Doctor, in fact, wrote several biblical comments, both of the Old and New Testaments. These comments constitute a precious part of his theology and are texts that must be rescued because, contrary to what it is supposed –especially from the extraordinary development achieved by the modern biblical exegesis– they still retain an extraordinary validity.]


Como muy oportunamente recuerda el Padre Leo Elders, fue el Papa Pío XII uno de los primeros, sino el primero, en llamar la atención acerca del valor de estos comentarios. En su alocución Oculis nostris, pronunciada el 14 de enero de 1958 ante los superiores, profesores y alumnos del Pontificio Ateneo Angelicum de Roma, aquel gran Pontífice al recordar la misma enseñanza del Doctor Angélico respecto de que “Nuestra fe se fundamenta en la revelación hecha a los Profetas y a los Apóstoles, los cuales escribieron los libros canónicos; no en la revelación hipotéticamente hecha a otros doctores” (Summa Theologiae I, q 1, a 8, ad 2), agregaba:
     
Santo Tomás ha aplicado siempre esta enseñanza. Efectivamente, sus comentarios sobre los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, y en primer lugar sobre las Cartas de san Pablo, se distinguen por una tan grande profundidad, delicadeza y discernimiento, que pueden ser contados entre las obras teológicas mayores del Santo. Se estima que proveen precisamente a estas obras un complemento bíblico que ha de tenerse en gran estima [1].

[As Father Leo Elders very opportunely recalls, it was Pope Pius XII one of the first, if not the first, to draw attention to the value of these comments. In his speech Oculis nostris, delivered on 14 January 1958 to the superiors, professors and students of the Pontifical Ateneo Angelicum of Rome, that great Pontiff, recalling the same teaching of the Angelic Doctor concerning that “Our faith is founded on the revelation made to the Prophets and the Apostles, who wrote the canonical books; not on the hypothetically revelation made to other doctors” (Summa Theologiae I, q 1, a 8, ad 2), added:

St. Thomas has always applied this teaching. Indeed, his comments on the books of the Old and New Testaments, and in the first place on the Letters of St. Paul, are distinguished by such a great depth, delicacy and discernment that they can be counted among the greatest theological works of the Saint. It is estimated that they provide precisely to these works a biblical complement that must be held in great respect [1].]

viernes, 14 de julio de 2023

San Buenaventura, «Doctor Seraphicus» - Claudio Mayeregger

San Buenaventura, «Doctor Seraphicus»
Claudio Mayeregger


Quinta Conferencia del XVII Curso Anual 2023 del Centro Pieper titulado «Aproximación a los Doctores de la Iglesia».


[Centro Pieper] El Centro de Humanidades Josef Pieper de Mar del Plata (Argentina), tiene el agrado de invitarlos a participar de la transmisión de la Conferencia del Prof. Claudio Mayeregger titulada “San Buenaventura, «Doctor Seraphicus»”

Esta Conferencia se transmitirá en vivo el próximo lunes 17 de Julio a partir de las 18:30hs de Argentina. 

Podrá ser vista gratuitamente por el Canal de YouTube del Centro Pieper en el siguiente enlace:

O a través de la pantalla que se encuentra a continuación:



¿Te la vas a perder?

«San Buenaventura -Juan de Fidanza- nació en Bañorea (Bagnoreggio), pequeña ciudad italiana en las cercanías de Viterbo. Un hecho milagroso ilumina su niñez como prenuncio de lo que sería su vida. Estando gravemente enfermo, su atribulada madre lo encomendó y consagró a San Francisco de Asís, por cuya intercesión y méritos recuperó la salud. Llegado a los umbrales de la juventud se afilió a la Orden fundada por su bienhechor, atraído, según el mismo Santo confiesa, por el hermoso maridaje que entre la sencillez evangélica y la ciencia veía resplandecer en la Orden franciscana. En las aulas de la universidad de París, a la sazón lumbrera del saber, escuchó las lecciones de los mejores maestros de la época a la vez que atendía con ardoroso empeño a su formación espiritual en la escuela del Pobrecillo de Asís. Sus bellas cualidades de mente y corazón, perfeccionadas por la gracia, le atrajeron la simpatía y admiración de sus maestros y condiscípulos... Y, cuando apenas contaba treinta y seis años, la Orden, reunida en Roma en Capítulo, le eligió por su ministro general el 2 de febrero de 1257.

A lo largo de dieciocho años viajará incansable a través de Francia e Italia, llegando a Alemania por el norte, y por el sur a España; celebrará Capítulos generales y provinciales y proveerá con clarividencia a las necesidades de la Orden, para entonces extendida por todo el mundo antiguo conocido, en cuanto a la legislación y a los estudios, y sobre todo en cuanto a la observancia de la regla, para la que señaló el justo término medio, equidistante del rigorismo intransigente y de la relajación condenable... Con toda razón puede llamársele en cierto sentido el segundo fundador de la Orden de Francisco de Asís, del que escribió, a petición de los frailes, una biografía...

Predicaba con frecuencia impulsado de su celo por el bien de las almas. Papas y reyes, como San Luis, rey de Francia, universidades, corporaciones eclesiásticas y especialmente comunidades religiosas de ambos sexos eran sus auditorios. Los papas le distinguieron con su aprecio, consultándole en cuestiones graves del gobierno de la Iglesia. Gregorio X (1271-76), que por consejo del Santo había sido elevado al sumo pontificado, nombróle cardenal, le consagró obispo él mismo y le retuvo a su lado para preparar el segundo concilio ecuménico de Lyón… El 15 de julio de 1274, entregaba a Dios su bendita alma en medio de la consternación y tristeza del concilio, que se había dejado ganar por el irresistible encanto de su personalidad y por la santidad de su vida. El Papa mandó –caso único en la historia– que todos los sacerdotes del mundo dijeran una misa por su alma...» (Fray Juan Meseguer, OFM).

 

miércoles, 12 de julio de 2023

Catequesis sobre San Buenaventura de Bagnoregio - Benedicto XVI

Catequesis sobre San Buenaventura de Bagnoregio
Benedicto XVI


Audiencias Generales correspondientes al Miércoles 3 de marzo de 2010 [Primera Parte], Miércoles 10 de marzo de 2010 [Segunda Parte] y Miércoles 17 de marzo de 2010 [Tercera Parte].


[Primera Parte: Vida y Personalidad de San Buenaventura]

Hoy quiero hablar de san Buenaventura de Bagnoregio. Os confieso que, al proponeros este tema, siento cierta nostalgia, porque pienso en los trabajos de investigación que, como joven estudioso, realicé precisamente sobre este autor, especialmente importante para mí. Su conocimiento incidió notablemente en mi formación. Con gran gozo, hace algunos meses hice una peregrinación a su lugar natal, Bagnoregio, una pequeña ciudad italiana del Lacio, que custodia su memoria con veneración.

Nació probablemente en 1217 y murió en 1274; vivió en el siglo XIII, una época en la que la fe cristiana, que había penetrado profundamente en la cultura y en la sociedad de Europa, inspiró obras imperecederas en el campo de la literatura, de las artes visuales, de la filosofía y de la teología. Entre las grandes figuras cristianas que contribuyeron a la composición de esta armonía entre fe y cultura destaca Buenaventura, hombre de acción y de contemplación, de profunda piedad y de prudencia en el gobierno [Nota del Centro Pieper: las “negritas” son nuestras].

Se llamaba Giovanni da Fidanza. Un episodio que sucedió cuando todavía era un muchacho marcó profundamente su vida, como él mismo relata. Se veía afectado por una grave enfermedad y ni siquiera su padre, que era médico, esperaba ya salvarlo de la muerte. Entonces, su madre recurrió a la intercesión de san Francisco de Asís, canonizado hacía poco. Y Giovanni se curó.

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